Xiib

Xiib

viernes, 18 de noviembre de 2011

Dos años  y medio me llevó escribir esta historia, se que tal vez es demasiado,
pero considero que para poder elegir las palabras correctas, las cuales hagan poder hacer sentir al lector,
debes de haber experimentado las situaciones o sensaciones que intentas describir, aunque des afortunadamente
esto no me paso, si escribí algunas experiencias. Espero les guste la historia y dejen comentario, la continuare según ustedes lo vayan pidiendo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

                                             Un nuevo Comienzo.






Porque él solo verte me inspiro a escribirlo.

A mi mejor amigo, gracias por brindarme tu confianza y recibir la mía.

A mis cuatro mejores amigas, gracias por serlo.

A ese amor que se que me espera en algún rincón del mundo.

1-Un nuevo comienzo

La alarma de mi celular sonaba eran las 6 AM, me senté en mi cama para despejarme y me di cuenta que tenia algo pegado a mí, eran dos emociones que en realidad no me gusta sentir a menudo, tristeza y nervios, la tristeza era por que ya no vería mas a mis amigos de la secundaria, solo a mi amiga Betty, ella iría a la misma preparatoria que yo. Me puse lo primero que vi en mi armario, un pants y una camiseta holgada, eran perfectos para el curso de introducción al que asistiría. Baje y desayune rápidamente lo que había preparado mi mama la noche anterior. Desperté a mi papa ya que mi mama estaba completamente perdida en el quinto sueño. Nos apresuramos al carro y me llevo al instituto. En el camino había un silencio en el carro el cual no me gusta para nada, todo era tan silencioso que casi podía oír lo que mi papa pensaba, así que decidí romperlo prendiendo la radio y como siempre no había nada bueno, solo me recargue en el asiento a relajarme y escuchar canciones que no me gustaban en lo mas mínimo.

- Estas feliz porque al fin vas a tu curso para entrar a la prepa?
- La verdad es que me gustaría regresar el tiempo a cuando entre a secundaria sabes..., la idea de crecer no me agrada mucho.
- Hijo son experiencias nuevas, todos tenemos que hacerlo algún día, veras que encontraras nuevos amigos y tal vez, algo más….

La mueca que hizo mi papa cuando dijo eso hizo que me diera un retortijón en el estomago. Estaciono el carro en frente del edificio, saco su billetera y me dio dinero para mis gastos, me baje con la misma sensación que sentía cuando me senté en mi cama esa madrugada. Camine a la entrada y todo estaba infestado de alumnos, y todos venían con el mismo propósito. Betty apenas me vio, me abrazo y me dijo.

- Estas nervioso?
- Algo, pero ya pasara.
- Vi a uno que otro que BUENOSSS días!!!!
- En verdad?
- Si claro!!! , tenemos que agarrar algo este año amigo mío.

Betty era la única persona en el mundo que sabía mi orientación. Por alguna razón se lo había dicho el año pasado, tal vez necesitaba a alguien que pudiera contarle lo que sentía en verdad, el haber estado y convivido 3 años con ella me habían bastado para confiarle mi más grande secreto.

-          BUENOS DIAS CHICOS POR FAVOR TODOS AL AUDITORIO!

Me supongo, era un maestro el que nos gritaba, así que todos caminamos hacia el auditorio, todos con caras tímidas, y todos callados. Betty y yo entramos sin separarnos ni un centímetro uno del otro, recorríamos el camino alfombrado en busca de asientos disponibles, como si se tratara de una gran obra de teatro, de pronto como si me lanzaran agua helda sentí una vibra extraña recorriendo todo mi cuerpo, como si alguien muy especial me estuviera mirando desde lejos, pero quien?, con los pocos segundos que pude sentir esa sensación ya la  detestaba, jamás me había gustado llamar la atención y ahora sentía como si toda la del mundo estuviera sobre mí, solo quería desaparecer o clavar mi cabeza contra el suelo como las avestruces, arrastre a Betty hacia la primera fila de asientos desocupados que encontré, la pobre apenas me respondió con algunos torpes tropiezos.

-          Adrián estas muy nervioso debes tranquilizarte solo son personas.

Me decía mientras se sobaba la mano que le había lastimado por el tirón. Un tipo muy alto y con gran autoridad subió al escenario, resulto ser el director del plantel, dio los informes de cómo funcionaba la escuela, la verdad no le puse mucha atención seguía sintiendo esa vibra extraña y solo quería salir de alli. Acabó de decir su discurso de 5 hojas y todos se pararon en seguida.

- Adrian…! Que bueno que nos toco de nuevo en el mismo grupo verdad?
- Que? nos volvió a tocar juntos? Eso es… bueno…, bueno llamare a mi papa para que venga por mí.

Salí por la puerta principal del auditorio como rayo, la verdad no me sentía nada a gusto allí dentro. Metí la mano en mi bolsillo y saque mi celular.

- Que haces?
- Llamándole a mi papa para que venga a recogerme del supuesto curso, va!... solo venimos a escuchar a ese…ni la levantada!
- Adrián de que hablas tenemos que ir al salón ‘A’, ya anda no estés jugando.
- Tu de que hablas, como que tenemos que ir al salón A?

Betty me tomo del brazo, mientras jaloneándome caminábamos por uno de los blancos pasillos, me explico lo que tenía que haber sabido pero que de alguna manera ignoraba.

- Adrián donde vives??..,el director nos dijo que somos 50 alumnos de nuevo ingreso 25 son del grupo B y los otros 25 somos del grupo A . Adrián hasta nos nombraron uno por uno, me estas asustando.

Colgué el celular rápidamente, estaba atónito, no había escuchado nada de aquel supuesto discurso, estaba tan concentrado en la incomodidad que sentía que no había podido escuchar ni mis pensamientos. Entre los dos buscamos el salón “A” por todo el edificio, cuando al fin llegamos ya todos nuestros futuros compañeros estaban sentados en sus sillas, me dio tanta pena que no podía ver nada a pesar de que tenía los dos ojos abiertos, Betty asomo la cabeza por la puerta y sin gota de pena prácticamente grito.

- Maestra buenos días disculpe podemos pasar…!
- Pasen por favor, tomen un lugar.
- Adrián muévete.

Mi mejor amiga me jalaba por la fuerza mientras yo apenas y podía caminar, sentía todas las miradas sobre nosotros y había un ambiente de pesadez en el aire, me senté cautelosamente, la maestra empezó a tomar lista, y como si alguien hubiera accionado una bomba de pronto  la timidez entre los compañeros se esfumo, todos hablaban, se conocían y ya comenzaban a compartir sus gustos, de pronto sentí como una bola de papel que pegaba contra mi cabeza.

-          Auchhh!!!

Era Roberto, la única persona que conocí cuando venimos por primera vez a hacer el examen de ingreso, me pidió un borrador y se lo tuve que prestar, vaya forma tan vaga de conocer a alguien, y es que nadie llevaba ese día algo tan básico como un borrador, nadie excepto yo, para mi suerte. Era guapo? Pues si, piel morena, evidentemente utilizaba pesas, sus brazos estaban marcados y su abdomen era plano, en realidad si me gustaba, pero no ameritaba algo mas especial.
 Pensé que la bola de papel era para comunicarme algo pero no, cuando voltee a verlo hizo cara de disimulo y se voltio hacia la puerta con cara de niño de 4 años. Regrese la vista hacia mi mesa y volví a sentir el mismo golpe.
-          Que pasa!
Las risillas de los compañeros de alrededor se mezclaban con el barullo que había en el salón.
-          Qué? Yo no fui…

Por dios, hasta un niño de 4 años finge mejor la culpa, era mas que obvio que solo quería molestar así que solo me voltee y puse mi cabeza contra la banca, las bolas de papel no dejaban de caerme en la cabeza, alli la maestra abrió la boca para proponer lo que mas odio cuando estoi frente a un grupo grande de personas.

-          Muy bien chicos ahora que no falta nadie vamos a presentarnos uno por uno va?

Sentía que la sangre se me iba del cerebro mientras veía las caras de temor de mis demás compañeros, poco a poco fueron pasando. Nunca creí poder haberme enamorado así…

-          Hola pues yo me llamo Alejandro…. y me gusta la música, ir al gimnasio y el futbol.

Cuando escuche su grave tono de voz mi frente se despego del mesa banco y mis ojos se abrieron, mi estomago sintió un gran estruendo placentero con solo ver ese cuerpo ya maduro y embarnecido para estar en este grado, mi corazón latió mas fuerte con esos ojos miel que en mi mundo se hubieran convertido más valiosos que el oro, era tan perfecto de su cara, su peinado, en forma de mohicana, era el resultado de que su mejor amigo era el espejo, su piel morena podía saborearse con solo verla, y le calculaba 1.75 de estatura, la música no es mi fuerte pero me gusta escucharla , lo del gimnasio, con ese cuerpo era mas que obvio que pasaba horas metido allí, pero cuando dijo FUTBOL , perdí cualquier esperanza fija a conquistarlo, era hetero, seguro que si, macho hasta las chanclas, se le veía por todos lados, Pancho Villa se hubiera quedado como una mariquita al lado de él, además con ese físico seguro con una o mas novias, tenia que cambiar la mirada rápidamente, la tenia puesta en el desde hace un minuto y no me había dado cuenta.

Mientras los alumnos restantes pasaban a decir lo que les gustaba y sus nombres, no podía evitar voltearlo a ver, notaba algo diferente en el, si claro, tampoco me quitaba la mirada de enzima, pero lo raro es que no me veía con mirada de odio, ni de lujuria mucho menos de –hola papi me gustas- en su mirada proyectaba curiosidad, tristeza, desesperación tenia lo ojos muy abiertos, como si me estuviera viendo las entrañas con vista de rayos X.

- Oye ese chavo no te para de ver e…, y  la verdad que no esta mal!.
- Si Betty pero si quiere algo mejor que el me hable primero, un buen amigo me dijo que ha que ser cautelosos en estos casos, a demás no tarda en hablarme, mira ya esta platicando con todos como si los conociera de años.

-          Si verdad…, me veo bien? Me arreglare el pelo!.

Y es que no era para más, todas las chicas del salón parecían buitres asechando a un cadáver en descomposición, no le paraban de hablar y de hacer comentarios entre ellas al oído y era sorprendente pues a pesar de que en mi vida había cruzado palabra con él, los celos ya trotaban en mi mente. Pasaron las horas y pasaron los maestro, y el seguía sin hablarme, mas no de apartar su mirada de mi, a cada oportunidad que tenia volteaba hacia mi asiento según el disimulada mente, y de vez en cuando había momentos en los que nuestras miradas se enganchaban pocos segundos, pero al final uno de los dos no soportaba y desistía desviando la mirada hacia cualquier otro lado.

-          Muy bien jóvenes, nos vemos en un mes, no salgan del salón en seguida entra la maestra de teatro.

El maestro de historia salio del salón dejándonos a los 25 adolecentes solos, inmediatamente se formaron bolitas de alumnos platicando como los pájaros  por la mañana, todos intercambiando nombres, datos, mails etc.. Como ya se imaginaran la  bola de amigos de Alejandro era la más grande, yo no tenía ganas de hablar con nadie, solo me senté en una silla completamente solo, ya que Betty estaba con un chavo poco agraciado y una chava que se paresia a ella en cuanto a gustos.

-          Hola…! Me recuerdas?

Su gran hola me hizo dar un brinco, Roberto llego y se sentó en una silla al lado de mí.

-          O si, hola como has estado no te veía desde que te preste el borrador.
Reí solo por amabilidad, de pronto una tremenda sonrisa se dibujo en su rostro.
- Jajaja si verdad, me párese raro que esa halla sido la única conversación que hemos tenido, y ya hasta te este molestando así, es que estaba aburrido perdón.
- mmm si, creo que no me gusta que se quiten el aburrimiento conmigo, pero no te preocupes para mi hoy todo si que ha estado raro.

-          Chavos por favor en orden completo vamos al salón de teatro, síganme.

El barullo de las bolitas se callo y todos siguieron a la maestra. Me fui por mi cuenta ya que Betty estaba con sus nuevos amigos y no la quería interrumpir, Roberto ya se había agregado a  los amigos de Alejandro, todos ellos bien dotados de belleza.

Entramos al salón platicando como nunca o al menos ese efecto daba la acústica de ese lugar. Después de hacer varios ejercicios de calentamiento note que el cuerpo de Alejandro estaba  bañado en sudor, lo cual me prendió al instante, tenia que hacer algo, tenía que hacer algo pero ya!

- HAAA!!!
- Eeee Adrián? Que te pasa?!!

La maestra  leyó mi nombre en mi gafet.

- No se un calambre que no se me pasa…
- Siéntate en aquella silla!.

En seguida corrí a sentarme para tapar el pequeño accidente que tenia bajo el pants, no lo podía creer le había mentido a un maestro, pero es que era esencial hacerlo o seria la burla del año. Pasaron los minutos y Alejandro no me quitaba la misma mirada con la que me veía al principio de la mañana, lo que me dio mas miedo es que ahora le temblaban los labios, como si quisiera gritar algo a todo pulmón. Sentí mis nervios a tope cuando vi que se dirigía hacia mí pero gracias a dios Roberto  lo interrumpió.

- Alejandro!! Ven tenemos que ponernos de acuerdo para la improvisación.
- mm si voy!

Se dio la media vuelta y se integro de nuevo a su grupo de amigos.

-  Como sigues Adrián?  Quieres improvisar algo con tus compañeros.
- Maestra la verdad es que no me siento muy bien, hoy por las prisas no desayune y el calambre no se me pasa, siento que podría volver.
- Ok pero recuerda que es muy importante alimentarse, cuando inicien las clases te quiero bien desayunado, por hoy te la dejo pasar solo por que es el curso y veremos lo mas básico.
- Gracias de verdad.

Esta bien!! Mentí otra vez, pero es que no me podía parar con Alejandro caminando por alli con la camisa humedecida y pegada a ese cuerpazo por el sudor, no a si!!
Me esmere por ver las improvisaciones de mis compañeros, algunas eran buenas otras no, en cuanto a la de el equipo de Alejandro no le puse atención, la baba estuvo a punto de escurrirme cuando dijo sus parlamentos, todos pasaron hasta llegar al final de la clase, seguía artes plásticas. Se secaron con sus toallas, y salieron de uno por uno al salón de arte. Cuando me disponía a pararme Alejandro se acerco hacia mí, puedo jurar que en mi vida jamás tuve tantos nervios, me quede atrapado en la silla, como si dos grandes rejas invisibles me encerraran y me prohibieran pararme, sentía que toda el agua de mi cuerpo se secaba. Se agacho y quedo hincado ente mí.

-          Que paso como vas con el calambre, ya mejor?

No… no podía ser, lo tenía justo enfrente de mí, y me estaba hablando!, de cerca era hipnotizantemente mas bello, esbozo la sonrisa más perfecta que jamás había visto, aun mejor que la de Roberto,  cada diente con la medida y en el lugar prefecto, mas blancos que la nieve.

-O..oo.. este.. si ya mejor gracias.

Puse todo mi esfuerzo en no quebrar mi voz. De pronto se puso de pie justo en frente de mí.

- Déjame ayudarte a que te pares.
- No gracias estoy bien de verdad.
- En cerio es horrible que te de un calambre dejame ayudarte!

Al pararme  sentí como mi tenis se enredo entre el rígido tubo de metal, la pata de la silla en la que estaba sentado de alguna manera se vino conmigo haciéndome tropezar, y para mi desgracia o mi maravillosa suerte cayendo en sus grandes y fuertes brazos.

-          cuidado!! No te vayas a… caer…

Mi cuerpo ya no daba para otra emoción mas, me quede muerto en vida, sus ojos miel me hipnotizaron y me dejaron sin habla, nuestras caras quedaron a no menos de cinco centímetros. Nos quedamos completamente callados, y el no podía apartar sus ojos de los míos, era como si todo se hubiera detenido en el mundo, ya no me importaba el hambre, la contaminación, nada, solo me quería quedar allí para siempre, entre sus brazos duros y fuertes, sintiendo el sudor de su espalda que ya había empapado su playera, viendo cada arruga joven de sus perfectos y carnosos labios, podía sentir hasta el sabor de su aliento. Algo me hizo ver que ya no había nadie en el salón mas que yo y el, así que me quite de entre sus brazos rápidamente.

-          Este…. Tenemos… tenemos clase...

Me dirigí hacia la puerta con la mirada baja, aun no podía creer lo que había pasado, salí del salón dejándolo solo con los brazos abiertos.

Llegue al aula correspondiente y todos ya estaban trabajando con un alboroto  tremendo, la verdad que no entendía por que.

-          Disculpe donde estaba?, la clase empezó desde hace 10 minutos. Aquí se debe ser puntual.

Cuanto tiempo había estado en el paraíso?

-          Disculpe no encontraba el salón.

Mejor ponte a trabajar ya te quedan menos de 10 minutos para hacer una escultura con ese barro, si no se seca es tu problema.

Ahora entendía el por que el alboroto en ese salón, todos gritaban y por poco y pasaban sobre ti, todo por los malditos 10 minutos para hacer una escultura. Enseguida llego Alejandro a la puerta, su hermosa sonrisa se había esfumado, estaba totalmente serio.

- Otro que se pierde.
- Perdone maestro, puedo pasar?
- Pásate ándale, has una escultura con el barro que esta sobre esa mesa, tienes 10 minutos.

Diablos!!!Venia hacia mí. Tenia que portarme normal como si nada hubiera pasado. Se acerco y ni hola dijo, estaba mudo, como si yo no existiera, como si fuera un fantasma, tomo el barro y lo llevo a la mesa donde estaban sus amigos, entre ellos Roberto , lo peor fue que cuando llego con ellos, comenzó a reírse sin parar, a hablarles como si nada , y yo que? Estaba pintado? Es que no me vio?. Termine mi escultura, necesitaba algo mas, pintura, corrí a la mesa donde estaban pintándolas y me dedique a buscar un pincel.

-          Tienen 3 minutos, los que vallan acabando dejan sus esculturas en el escritorio de afuera para que se sequen y ya se pueden ir a sus casas.

Alumnos entraban y salían, con forme el tiempo se agotaba, el escándalo en el salón se volvía mas intenso al grado que paresia la 5ª avenida de Nueva York, entre todo eso alcance a ver como Alejandro y sus amigos salían para dejar sus esculturas en el escritorio y para ver las demás.

-          Cuidado mi escultura es algo grande...!

El nuevo amigo de Betty había hecho una escultura como de un metro. Todos voltearon a ver, Roberto  entro de nuevo al salón y se puso a un lado mío. No me importo y seguí pintando, hasta que Roberto  abrió la boca.

-          SOLO!! Cuidado no se te valla a caerrrrr……..

Sentí  un tremendo escalofrío recorriendo mi espalda, sentí su grande mano recorrer y mallugar todo mi trasero, lo había hecho en verdad? SI!!, en lugar de reírse en forma de burla, se cercioro que nadie hubiera visto y se alejo cautelosamente hacia otra mesa, en lugar de salir corriendo, claro yo sentí un tremendo gusto, pero tenia que protestar por si alguien había sido testigo.

- Roberto  te pasaste no vuelvas a hacer eso por favor… o tendré que reportarte!!

Parece que se lo dije a la pared, no hizo nada e hizo como si no me escuchara, solo quería salir, deje mi escultura y salí, no quería toparme con Alejandro.

- Oye espérame!
- Que pasa Betty?
- Que paso por que no me hablas, te saliste frenético del salón de artes.
- Pues es que te vi muy a gusto con tus nuevos amigos, y no te quise molestar, no  te preocupes no es nada serio.
-Te iras con nosotros?
- No gracias prefiero irme con mi papa, me está esperando afuera.
- Bueno entonces hasta después de vacaciones, cuídate.
- Si hasta después igual cuídate tu.

Baje lo mas rápido que pude y mi papa ya estaba en la entrada, pero no solo el, también Alejandro, hablaba por el celular con cara de preocupación,  note que me miraba de nuevo pero ahora mas discreto. Pase por un lado de el sin ni siquiera voltearlo a ver, le pagaría con la misma moneda, pero me detuve.

-          Permítame un segundo.

Movió su celular hacia abajo tapando la bocina

-          Adiós!! Te cuidas, nos vemos después de las vacaciones.

Me sentí muy confundido, sentí el tradicional retortijón que sentía cuando el hablaba.

-          O…Ok igual.. tú cuídate… adios.

Quería llegar a la salida de una vez. Mi papa me quito la mochila de los hombros y nos subimos al carro.

- Mira ya vez te dije que arias nuevos amigos.
- También me dijiste que podía hacer algo más.

No podía creer que le había dicho eso a mi padre.

- ¿Quien era ese?
- ¿Ese? Solo un amigo papa, solo un amigo.

Un suspiro de desaliento salio de mi interior.

                                       

                                       
             CONTINUARA.